Él tiene un lunar, que adorna el vacío de ti que hay en su rostro,
y unos ojos morenos y profundos, que no son más que la sombra de otros, verdes.
Él tiene manos blancas, dueñas de los dedos más largos que conozco,
y un nombre, que de vez en cuando, se pronuncia como el tuyo.
Y no tiene ni idea de cómo escribir un verso,
eso es lo que él dice,
yo estoy segura que si transcribiera su forma de hacer el amor
sería el poema más bello del planeta.
Y me conoce,
me conoce inclusive más que tú,
por eso no puedo verlo a los ojos cuando escribe;
luego sí, claro, hasta cuando me escribe un te amo con los dedos,
de la forma más sincera -y más triste que hayas escrito tú-
Supongo que por eso termina firmando todo con un
‘Te odio con todo mi cariño’
Ojalá fuera sólo su seudónimo.