Arequipa, 27 de Julio de 2010
A quien corresponda:
Sabías que dejar de amarte iba a ser un crimen a mano armada,
porque llevo una huelga de versos hace dos meses;
los únicos poemas que compongo desde entonces son papel húmedo y tinta seca
-y no sabes de la impotencia cuando no son sólo una metáfora-.
Si no haces algo para que me re-enamore de ti
mi imaginario ‘poético’ va a morir de inanición
-y tú con él, aunque tenga que encargarme yo misma-
El delito no es homicidio culposo, que ya antes he sufrido de poetitis aguda y sobreviví,
lo grave es que no me duela
y con lo cursi que soy, no voy a consentir una despedida sin lágrimas.
Atentamente,
Marisol.