Soy el último pétalo de una rosa que quiso desnudarse para ti,
-y me arranqué hasta el polen-
la gota de rocío que se extinguió
antes de encontrar el camino que la regrese al mar
-anhelaba endulzarlo-.
Soy el fuego glacial que no puede encenderte;
las hoscas alas de marfil tullido que jamás alzarán vuelo a tu bahía
-porque mis sueños pesan demasiado, tal vez-
Soy la sonrisa triste que dejó de aspirar a consolarte
Y…
aunque no lo deseo,
sobrevivo a tus penas.
.....................................Amarte es el azote
que a fuerza de sangrar me ha vuelto espalda.
Inalcanzable
Quiero ser
De la brisa de tu playa
Amo la brisa de la playa,
porque me envuelve no sólo el cuerpo,
…sino también el alma.
Amo la cadenciosa dulzura
con la que acaricia la salinidad del mar
y lo hace ola.
Amo ese paisaje que provoca,
que es sorprendente, instantáneo e irrepetible.
Amo los dibujos que hace en la arena.
porque son mágicos.
Amo la compañía que me hace,
cuando al mirar el horizonte
… me toma por sorpresa.
Amo los eufónicos sonidos que desprende del océano.
Amo su calma y su tempestad.
Amo sus caricias y sus golpes.
Amo de la brisa del mar, el que se llame brisa y no viento.
Amo su transparencia,
amo su imperceptible existencia.
Amo su fragancia, su naturalidad,
amo su frescura y su calidez.
Amo la brisa de la playa,
porque me trae tu aire,
porque son tus suspiros.
Porque cruzando el mar me devuelve tu recuerdo,
tu aroma, tu silencio.
La amo, porque es una sola contigo;
te amo, por ser uno solo con ella.
De cuando extravié mi diccionario
Tu ausencia
Amanecer
Amanece
en el verde marino de tus mansas pupilas,
en el pleamar embravecido de tus pestañas,
agitándose en la orilla de mi rostro
donde bebes mi pena dulceamarga.
No soy la única que codicia imposibles,
ni que vive ficticias realidades.
Me quieres, dices,
yo sonrío,
con la sonrisa triste que tú me has enseñado.
Y amanecen mis dudas
que amenazan la ausencia
de un beso ayer incuestionable.
Yo
nada más ansío, despertar, de nuevo,
bajo el cielo extranjero de tu triste mirada.
Diluvio
Hoy te escribo,
desde mi arquitectura de agua
empapada en la tempestad de tu ausencia.
Te escribo, desde el costado izquierdo
de mis ganas de amar.
El tiempo es de tormenta, que se levanta y se ensancha
en la proximidad de tu boca infinita,
y su extremo distal siempre tan cerca.
He tomado prisionero el vestido azabache de la noche,
para abrigar mis versos, y el eco del silencio que te habita,
difuso, distante y disonante.
Espíritu. Tú.
Ímpetu. Tú.
Clamor. Amor. Tú.
Todo lo abarcas tú;
depués, todo se acaba.
AUTOPARÉNTESIS- Taquile
Navegando una hora al sur de Amantaní, hallamos otra Isla: Taquile. Taquile tiene una forma alargada, que vista desde arriba, toma el perfil de un lagarto. Para llegar a la plaza principal, ascendimos por un largo camino de piedra aparentemente tallada, con algunos trechos empinados. En el recorrido, se puede observar hermosos paisajes adornados por árboles frondosos que enmarcan la quietud del lago y el canto del viento pareciera arrullar a las plantas que envuelven los muros laterales del camino. El peregrinaje, duró cerca de una hora.