Tus ojos,
dos agujeros negros de misterio,
dos cometas de ébano, que tatúan su estela en mi mirada,
que deshacen el miedo mientras fraguan la postura
en la que puedan trenzar cómodamente sus brazos
alrededor de mi pretensión
de amarnos más allá de la muerte y la distancia.
Tú le has dado calor y color a mi estructura de borrasca imprecisa,
tapizaste las noches de tu piel terciopelo,
engendraste los verbos, en el vientre de mi fantasía
y ahora alumbro esperanza.
2 Estrellas iluminaron mi claro:
Me ha gustado mucho este poema. A resaltar las expresiones "cometas de ébano" y "mi estructura de borrasca imprecisa". Las imágenes de la segunda estrofa son preciosas: engendrar, vientre y verbo hablan del nacimiento. Haces una paronomasia calor/color.
"Amarnos más allá de la muerte y la distancia". No se puede desear nada más sublime y elevado.
Los ojos siempre son fuente de inspiración para el poeta.
Un fuerte abrazo, Marisol.
Me duele leer a poetas tan jóvenes escribiendo desde la tristeza y desde el amor más allá de la muerte, soy una sensiblona, ya sé, ya sé que no hay edades para sentir y sufrir.
Voy a quedarme con los versos finales, si me lo permites, por el vuelco que le has dado a los iniciales para llenar de luz y esperanza las miradas que vagan para que lleguen a anudarse desde el amor, que al fin y al cabo es de las mejores cosas que hay en la vida.
Gracias por los comentarios con los que me alimentas en mi blog, y un besote enorme.
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