Hoy un suspiro fugitivo y mustio
recorre la inmensidad de dos océanos
-mi corazón y el tuyo-
Sufres,
al borde del otoño tu alma se deshoja,
y es tan triste la primavera que ha encendido aquí
que me parece injusto disfrutarla.
Yo sufro contigo, y por ti.
Toco,
nada hay más absurdo que tocar para ti
sin estar tú.
Lo mismo dices de tus versos
-que no son para mí-
y que no obstante seguimos escribiendo.
Quisiera convencerme de que vas a estar bien,
pero hasta yo lo dudo.
No vas a ser feliz,
sin embargo, te ofrezco sufrir el resto de tu vida conmigo.
Lloro...
eso es quizás lo único a lo que le encontré sentido.
1 Estrellas iluminaron mi claro:
En este momento no sé lo que es la alegría, y por lo tanto no puedo alegrarme (tú me comprendes), pero recibo con satisfacción la puesta en marcha de tu blog, y en cierto modo, tu vuelta a la poesía. Y aunque sabes que permanezco alejado de los foros y que no me apetece publicar comentarios, hago una excepción para bautizar tu nuevo espacio. Tus sentimientos son muy generosos.
Un fuerte abrazo, Marisol-Tristitia.
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