ni se acaba el poeta cuando callan sus letras.
No dejes que su recuerdo duerma en tus lágrimas,
mientras puedas acariciarlo con tus sonrisas.
No abandones el puerto donde descansa el mar de tus anhelos,
vuélvela ola, y regresa a su océano.
Nadie que amamos puede irse del todo,
nos deja un poco de su alma, reinventada en la nuestra.
Ella está ahí, germinando, renaciendo en tu amor cada mañana,
explora un poco tu corazón,
abandona la muerte en la que estás y dale vida.
Deja ya la penumbra y permite que te ilumine.
Siempre fuiste su faro,
ahora ella es tu luz.
2 Estrellas iluminaron mi claro:
Gracias por publicar este poema, Marisol. Sara siempre será mi luz, como puede leerse en mi blog y en mi libro, y está viva en mi corazón y en mi poesía, pero yo no deseaba esta vida para ella. Es un triste consuelo que poco alivia. Pese a todo, el Amor es más fuerte que el olvido. Me gustaría volverla ola ahora que es mar, sí.
Un fuerte abrazo, Marisol.
Hola Marisol, paso a dejarte un saludo y agradecerte que te enlazaras a mi blog.
Ya lo dice una canción, no se acaba el amor sólo porque no estás, tu poema también quiere llevar luz a ese barco que no puede atracar y vaga a la deriva del inmenso mar, es muy hermoso los sentimientos que manan de tus versos, un beso, Marisol y nuevamente, gracias.
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